Ideas...

Un niño escucha y ve, pero no comprende, puede intuir, sin embargo, no logra entrever todas las sutilezas que hay a su alrededor. Esos detalles que hacen que algo triste se vuelva melancólico, que algo molesto se vuelva iracundo.

Los niños son lógicos por naturaleza, toman todas las variables que pueden y usan una lógica perfecta, sin los prejuicios de los adultos. Son maravillosos, son crueles y sin embargo para ellos solo es sinceridad, algo que siempre les decimos que deben tener.

Aun así, el adulto quiere que el niño mienta, lo crían con esa meta. Un adulto para ser feliz debe mentir, todos mentimos y somos felices así. Es mejor una mentira que una cruel verdad he oído decir. Nos gusta que nos mientan, preferimos ese hecho a la realidad que suele ser más cruel que las fantasías que creamos o creemos.

Vivir en un mundo de mentiras donde alteramos la realidad para sostener endeblemente nuestra irrealidad es una conducta, no infantil, los niños suelen ser mejores que nosotros en ese sentido, sino inmadura. La inmadurez en nuestros tiempos es un asunto critico, se están criando actualmente jóvenes sin una figura paterna ni materna, se están criando jóvenes en base a estereotipos televisivos, en base a la moda, en base a todo aquello que solo una pequeña porción de la población, sino es que minúscula, puede alterar.

A mi mente viene el titulo de un libro: El ocaso de los ídolos. Pero nuestra sociedad no ha llegado a ser grande!! No podemos estar llegando a un final, es imposible. Imaginen un sistema donde no existe crecimiento, donde solo hay pequeñas fluctuaciones (singularidades) que hacen al sistema entero sin un solo valle, donde no existen curvas crecientes, donde solo se aprecia una fluctuación descendente que implica la inminente destrucción de la sociedad, una destrucción lenta e irremediable.

Como esperamos, en un mundo como este, criar niños con valores, hacer gente de "bien". No es imposible, es lo más posible del mundo, pero ¿Cómo conservarlos? El problema más que otra cosa es eso. Un hombre listo al que desde pequeño se le inculco un endeble amor por su patria, por su pueblo, ¿Cómo va a quererlo? ¿Cómo va a desear que su gente, que casi siempre le da la espalda, salga adelante? El problema es de todos y no solo de uno y auguro un mal para México tan grande que no podrá salir de donde está. México, para el estudio sociológico y de sistemas es un caso particular realmente interesante. No obstante, es triste ver que Mexico no saldrá adelante, o por lo menos dudo llegar a vivir para verlo.

Larckov