lunes, 7 de octubre de 2013

Ideas...de vuelta, una vez más.

Extrañándote paso mis días,
con el solo recuerdo de
la nostalgia de las hojas al viento.

En ellas se monta como caballero
mi heroico Prometeo, que a veces
no es más que un arriero.

Y viaja de jardín en jardín,
llevado por el viento,
buscando tu fuego para entregarlo
como lo hizo su viejo gemelo.

Para que obtenga, de ese mi amigo
el precioso regalo de tu fuego.
Un fuego que alumbre los pecaminosos
pensamientos que a altas horas tengo.

Que consuma mi eterno deseo.


jueves, 2 de mayo de 2013

Entre sueños

Para Leonora, la mujer que he formado de retazos de sueños e hilado con pensamientos. La musa que se presenta cuando la realidad es muy basta y la ilusión me falta.


Te robaría un beso, 
pero estas muy lejos
en cambio, 
te despojare un verso.

Que lo forme tu belleza,
y me encamine por el sendero,
por aquel valle de ensueño
que forma tu seno.

Entonces que las palabras
desnuden tu vientre
y así me dejen recordarte 
por siempre.

martes, 30 de abril de 2013

Sobre listas de lectura.


Muy bien señorita Hilda. Me disculpo por la tardanza, no tengo excusa que valga...excepto quizá que tengo una lucha constante contra la molicie que terminará en la tumba. Y que gracias a mi combate contra ella, no había contestado. Jajaja.

Ahora, pa lo que nos truje. Me parece muy interesante la mezcla de géneros, aun a pesar de que se ve una cierta carga hacia el tema de Grecia…¿Quién sabe por qué? :)

De los que listas lamentablemente no he leído ninguno, pero más de uno están en mi lista de espera (que es MUY grande). Pero me pasa en la lectura igual que en otras cosas: Lo urgente se sobrepone a lo importante.

Me encantaría leer Crimen y Castigo, que ya esta en la lista. La mancha humana suena interesante. Momo me lo han recomendado dos personas, así que esta en la lista. El ensayo sobre la ceguera me falta leerlo. Ya leí el Ensayo sobre la lucidez (muy bueno) y me parece que arruine un poco la trama del primero, aún así quiero leerlo. Alicia es de esos que por una extraña razón cósmica no he leído y me repruebo por ello.

Nunca he leído a Leblanc, pero busque sobre él y parece que me agradará. No se si has leído a Agatha Christie, pero sino, deberías. Y claro, para rematar el genero detectivesco, es de rigor leer al padre de los relatos detectivescos, a Poe, en sus relatos del siempre bizarro C. Auguste Dupin. Son cortos y pocos.

Por mi parte me tomaré la libertad de compartir mis lecturas inmediatas, osea, de aquellas de las que ya tengo el libro o bien sé que puedo conseguirlo:

-Los desposeidos de Ursula K. Le Guin (voy como a la mitad).
-La mano izquierda de la Oscuridad de Ursula K. Le Guin.
-El nombre del mundo es bosque de Ursula K. Le Guin.

Es que vienen los tres en un solo librote...¡que esta fabuloso!

-Fundamentos matemáticos de la cibernetica de Yu.M Korshunov (un ruso).
-Introductory econometrics for Finance de Chris Brooks (solo unos capítulos, como 3 o 4)
-Los antiguos mexicanos a través de sus crónicas y cantares de Miguel de León Portilla.
-La serie de la fundación de Isaac Asimov (En ingles).

No son tantos, pero suficiente para entretenerme :)

domingo, 3 de marzo de 2013

Olvido

Olvidemos lo olvidado y recordemos el olvido prohibido que aun hay que vivir, aunque sea en el olvido.

Dejemos en paz esta farsa y continuemos el camino, que no hay mejor andanza que la que carece de sentido.

Por eso ya no escribo y por eso ya no hablo, porque así me olvido incluso del pasado.

Adiós.

viernes, 22 de febrero de 2013

Pensando sobre el amor.

Mujeres: No busquen un Romeo (el clásico) que les ofrezca pasión, mejor busquen un Georges que les brinde amor.

Hombres: Busquen ser tanto Romeo y Georges, pero si no pueden con el segundo es suficiente.

Nota mental personal: No olvidar lo que se puede hacer por amor. Pensar que puedo hacer por amor.


lunes, 18 de febrero de 2013

De vuelta y vuelta...

Hoy, como cada año, el mundo a dado otra vuelta...y nadie me ha avisado. Y es que la primavera aun no llega y estoy en la acera esperandola.

Hoy me levante de vuelta, de capa caída.

Y es que un año más ha pasado y no me he enterado de muchas cosas y aunque el año pasado no publique una entrada como esta no quiso decir que la melancolía no se haya hecho presente en cada minuto del día.

Son extraños los sentimientos que alberga hoy mi pecho. Es irreal pensar que ha pasado otro año y tan pocas cosas han cambiado. Pero también, muchas lo han hecho.

Creo ser un poco más maduro en algunas cosas pero también estoy seguro de seguir siendo un tonto soñador, cosa que con los años no hará sino enraizar más y más. Algo como uno de los amorosos de los que habla Sabines, o un Amante del que canta Raphael. No se si sea bueno o malo. No se si la forma en que voy creciendo sea la correcta, pero me siento dichoso de crecer de esta forma. Creo que no daño a nadie. Vivo en un mundo de ilusiones. Pero, y en palabras de Raphael nuevamente:


Prefiero ser así a ser lo que eres tú
prefiero ser un loco soñador
amante de la vida en libertad
prefiero ser de fuego y de pasión a ser espejo.

Porque un espejo solo muestra un reflejo...y creo que me he esforzado en no ser solo un reflejo de los demás. Sino ser una sustancia, quizá amorfa, quizá imperfecta, pero al menos única.

Sin más, dejemos que el mundo de otra vuelta y sigamos esperando esa primavera...que no llega.





jueves, 14 de febrero de 2013

Un legado en tinta roja y negra: Parte 2

Se colocó los audífonos y prendió el dispositivo. Ella había tenido uno igual un par de años antes, así que no tuvo ningún problema. Busco entre la colección de canciones y solo encontró una pista de audio. La reprodujo y una voz muy familiar comenzó a salir de los auriculares. Una voz de cierta forma diferente y de otra forma muy similar a la suya propia. Era una voz cansada la que le hablaba:

"Rosario, yo misma, o yo del pasado. No se como nombrarte, nombrarme. Es extraño hablarte a ti mismo, principalmente cuando lo harás en el pasado y no tienes recuerdo de que haya sucedido. 

Las cosas en nuestros tiempos avanzan de una manera rápida, igual que antes. Soy vieja y me ha tocado ver grandes maravillas, quizá más de las que un humano debería presenciar en una sola vida. He visto el futuro y el pasado. He podido sobrevivir a los años y a los amigos. Pero sobre todo, he podido ver que el hombre no durara mucho tiempo. Y no es que se vaya a destruir, o que la tierra vaya a estallar. Es solo que se le esta dando un poder para el que la humanidad aun no ha madurado. Un poder que a ti, como a todos en tus días sonara irrisorio, pero que hoy en día es algo normal, natural.

Rogelio fue quien comenzó todo. Sí, el mismo que no hacia tareas en la escuela y que vivía la vida como llegaba. Y digo vivía, pues en un punto dejo de hacerlo así. Dejo que el dolor lo cegara y el poder lo creciera y se volvió un titán ciego que construyo y destruyo a su paso sin siquiera saber que lo que hacia afectaría no solo a su persona, sino al mundo entero.

Pocos saben como comenzó todo. Solo Juan, yo y un par de personas más que es mejor que no mencione. Intentare explicar lo que hizo.

Rogelio descubrió que la materia tiene más estados de los que le conocemos. El agua es agua, sí. Y se puede transformar en vapor y en hielo. Pero esa es la forma a nuestros ojos. Y desde siempre ha habido hombres que pueden ver con otros ojos. Con otras frecuencias. En la antigüedad eran llamados brujos, chamanes. Ellos podían ver el mundo diferente. Veían más mundo del que nuestros ojos alcanzan a ver.

Rogelio decía que con drogas era posible vislumbrar ese mundo. Pero solo un poco. Nunca he creído eso, pero he de confesar que tampoco llegue a probar ninguna droga como para poder confirmar mi creencia. Él me recomendó el LSD alguna vez, pero lo rechace. No iba conmigo, creo que eso lo entenderás bien.

Basado en esta teoría Rogelio investigo la materia misma y su composición. Estudio los átomos y descubrió que había al menos siete estados en los que podía estar cada átomo, que en combinación con las variantes de electrones conocidos hacía de la física de partículas un área aun más extensa. Así, al conocer más propiedades de la materia, se pudo manipular de muchas otras maneras el mundo que nos rodeaba.

La materia oscura resulto ser el espectro de frecuencias de la materia ya conocida, y de alguna que no conocíamos y que no podíamos haber conocido, pues solo existía en frecuencias que no alcanzábamos a ver hasta el momento. Todo eso ayudo mucho a la humanidad y le sigue ayudando en un grado que ni aun ahora a 50 años de los trabajos de Rogelio, puedo decir qué se logrará construir con esos conocimientos. Las posibilidades son casi infinitas.

Pero quizá la consecuencia más importante fue el descubrimiento de los fantasmas y los viajes en el tiempo. Por fortuna solo los primeros fueron conocidos de manera publica. Los fantasmas pertenecen a este mundo y viven en él. Nunca lo abandonan. Es como decía la vieja ley: la materia no se crea ni se destruye, solo se transforma. Y la pregunta que nos faltaba hacer era: ¿Que pasa con la conciencia humana después de la muerte? Lo que pasa es que la conciencia, nuestro espíritu, pasaba de nuestro plano de frecuencia, a otro inmediatamente aledaño. A veces y por circunstancias muy especificas dicha energía lograba mezclarse entre los planos de frecuencias, y por ende, interactuar con nosotros.

¿Qué fue lo que sucedió con todo ese trabajo? ¿Cómo reaccionó la gente ante tales hechos? Pues reacciono como siempre, con escepticismo y por lo tanto Rogelio no vio finalizada ninguna de sus investigaciones. Al menos no en publico. Lo que sucedió fue que el mundo ignoro los descubrimientos por cerca de 30 años, pasados los cuales el tema tomo relevancia y la comunidad científica comenzó a sacar trabajos alrededor del mundo.

Como era de esperarse todas las religiones comenzaron a tomar como suyos los descubrimientos diciendo que ellos habían dicho que eso era posible aun antes que la ciencia. Y gracias a eso las religiones adquirieron un poder como no se había visto en cientos de años. Ahora muchas de las enseñanzas tenían explicación y lo imposible era posible. La cantidad de maravillas que se vieron durante esos años y los siguientes es incontable. Las familias eran reunidas nuevamente y se pudo hablar con personajes históricos. Todos se beneficiaban del descubrimiento. Pero también la cantidad de desgracias aumento.

A las personas ya no les preocupaba la muerte. Ahora podían morir sin miedo. Tenían la confianza de que irían a otro lado, que la muerte ya no era definitiva. Y la población comenzó a decrecer. Hoy en día ya no somos muchos los que hay en el mundo. Cada vez es más difícil convencer a las personas de ir al medico o de tomar precauciones. Los suicidios ya no son noticia en los periódicos como fue al inicio. Ahora es una opción socialmente bien vista. Los clubs de suicidio fueron famosos durante los primeros años. El mundo ya no se fija en la vida como antes, sino en la muerte y en el más allá. El mundo perdió por completo su balance.

Esto no pasó rápido. Yo estoy en el fin de mis días y aun se intenta que las personas no se maten por querer estar con su familia. La humanidad entendió mal lo que Rogelio descubrió, porque quizá él mismo no estaba preparado para lo que encontró aquel día del terremoto.

Porque todos sus descubrimientos no fueron tal cosa, sino redescubrimientos. Antes, hacia ya cientos de años, quizá miles, todo eso era entendido. Eso y aun más por lo que logramos comprender. Pero todo sucedió por un cafe que fuimos a tomar Rogelio y yo hace ya muchos años, unos meses en el futuro en tus tiempos. No era raro en aquellos días que fuéramos al centro a caminar y tomar un cafe. Yo acababa de salir de casa de mis padres así que tenia más tiempo. Él me mostraba algunos de los lugares que conocía en la ciudad. Y fue sobre la calle de Tacuba, detrás de la catedral y exactamente frente al Centro Cultural España que nos toco recibir el terremoto. Uno para el que la ciudad no estaba preparado y no podría estarlo nunca. La catedral se derrumbo casi por completo y el piso por el que nosotros caminábamos se desplomo y caímos a lo que parecía ser un túnel. Encima había quedado un auto y lo que parecía ser la fachada del Centro Cultural de España. De milagro no morimos. Y después de que el primero de los temblores arremetiera nos vimos atrapados en el submundo de la ciudad. Un mundo que pocos habían visto y que nadie quería que se conociese. Un mundo perteneciente a la Antigua Tenochtitlan. Pasillos y salas que se mantenían en pie aun después de un terremoto, que aunque en ese momento no lo sabíamos, había destruido la mitad de los edificios del centro de la ciudad y había traído el doble de la calamidad del terremoto del 85. Quizá porque había sido dos veces mas fuerte, o porque nadie esperaba un terremoto en viernes por la noche, cuando todos estamos más vulnerables.

Yo estaba asustada hasta el punto de casi no poder moverme, pero haciendo un gran esfuerzo camine al lado de Rogelio. Él estaba también temeroso, pero mucho menos que yo, y estoy segura que en alguna parte dentro de él lo disfrutaba. Desde donde estábamos se escuchaba el tumulto de arriba, los gritos y llantos de la gente. Caminamos sobre el pequeño túnel que teníamos al frente y nos internamos cada vez mas profundo en una antigua oscuridad que había sido visitada pocas veces en los últimos cientos de años.

Los pasillos se entrecruzaban y elegíamos al azar, pues no había manera de saber a donde llevarían. En varias ocasiones encontramos el sedero bloqueado y tuvimos que desandar lo caminado. El camino bajaba y bajaba. Por lo qué caminamos juraría que estábamos muy cerca del Templo Mayor. Seguimos caminando y seguimos bajando, parecía no tener fin.  Los pasos que dábamos los dábamos con cuidado y lentitud. El tiempo se alargaba como las sombras y el silencio. Nos internábamos a las raíces del mundo. Llego un momento en que el aire se torno viciado y ya no escuchamos el ruido de la ciudad en caos.

No se cuanto habremos caminado. Hoy estoy segura que no fue tanto como me pareció aquel día. Pero también puedo asegurar que fue lo suficientemente profundo como para que fuera el sótano de la primer capa del Templo Mayor, perteneciente al primer tlatoani de la ciudad.

Lo que encontramos al final fue un amplio salón que tenia paso a otras puertas y éstas a otros caminos quizá nunca explorados por hispanos. En medio de la sala había un pequeño templo que parecía dedicado a Quetzalcoatl. No era raro eso, pero si era mágico y hermoso. Estaba labrado burdamente, como todos los trabajos de aquellos tiempos ya muertos. Debajo del pequeño templo había una caja, cesta seria mas adecuado, adornada con hermosas plumas que se habían conservado bajo una gruesa capa de polvo. Un listón de algodón rojo ya desgastado remataba el presente que se nos entregaba aquel fatídico día.

Decir que Rogelio estaba maravillado es decir poco. Sus ojos refulgían con la poca luz de los celulares. Su barba le hacia parecer un viejo antropólogo con el descubrimiento de su vida. Lo cierto es que sería el descubrimiento de su vida, pero no era ni antropólogo ni el ser indicado para aquel regalo.

Exploramos los caminos laterales y ambos estaban tapados por piedras que asemejaban custodiar la sala de Quetzalcoatl desde centurias atrás. Regresamos entonces a la sala y tomamos el cesto. No era tan grande y Rogelio lo desempolvo, sopeso y vio que aun conservaba bastante resistencia. Se lo puso bajo el sobaco y regresamos a ver la forma de finalmente salir de ahí.

Seguro te preguntaras que cosas pensamos en aquel momento. La verdad es que soltamos teorías a destajo. Desde que podría tratarse de los tesoros escondidos hasta una ofrenda en especie al gran dios de la serpiente emplumada. Platicamos mucho y mientras nos acercábamos a la civilización y dejábamos atrás el lugar donde el tiempo parecía no correr me sentía más y más tranquila.

Finalmente salimos y llegamos al mismo lugar donde habíamos caído. Se escuchaban ahora los cuerpos de rescate patrullar la zona. Comenzamos a gritar y después de unos minutos lograron escucharnos. Esperamos un rato más, nos comunicaron que debíamos esperar a que movieran el auto para que entonces pudieran rescatarnos. Realmente nunca estuvimos en grave peligro aun a pesar de que se sentía exactamente lo contrario. Nos fuimos y nadie cuestiono el que Rogelio cargara una vieja cesta de mimbre.

No sabíamos a donde ir. No sabíamos si nuestras casas estaban en pie y si nuestras familias estaban bien. Yo no tenia a nadie en la ciudad, excepto un par de amigos. Él por el contrario tenia familia en Azcapotzalco. Resolvimos tomar rumbo a Azcapo y comenzamos a caminar, pues no había transporte. En el camino vimos mucha gente muerta y desesperada. Rogelio parecía inmune a los gritos de ayuda y auxilio. Su mirada se detenía constantemente en su descubrimiento y nada lograba que su mente trabajara en descifrar el misterio de la cesta.

Por fin, pasadas unas horas llegamos. Vio a su familia bien y sin ningún problema. Solo había habido grietas en los edificios. Fue esa zona de la ciudad quizá la menos afectada. Ahí pudimos sentarnos y platicar. Y abrir la cesta.

Dentro había rollos de fibra que Rogelio dijo era de magueyes y algunos parecían ser pergaminos. Eran escritos aztecas o toltecas. No podíamos saberlo en ese momento. Era éste un gran hallazgo. Pero Rogelio no quería entregar los escritos. Quería descifrarlos el mismo y la emoción del momento me hizo permitirle tal cosa. Entonces, ese día nos separamos él con la cesta y yo con la promesa de que me mantendría al tanto. Al final, nunca había tenido una gran fascinación por las viejas culturas y mucho menos por los problemas que podría ocasionar quedarse algo así. Era temerosa y ahí fue donde falle a la humanidad.

Paso el tiempo y la ciudad comenzó a recuperarse, a rehacerse, reinventarse. Una ciudad con tantos cientos de años encima no podía ser destruida, solo diezmada, dañada. Pero nunca destruida. Y mientras la ciudad renacía de los escombros cual ave fénix de sus cenizas Rogelio estudió la escritura Azteca y vio infructuosos sus intentos. Siguió estudiando y pasaron así los años. Y cada vez lo vi menos. Hasta que en un momento dado había olvidado por completo el incidente y mi vida era absorbida por las cosas urgentes pero no imprescindibles. Me quede en la comodidad de la ignorancia.

El resto de la historia esta perdida. Solo Juan Carlos sabe parte de ella y el nunca dirá nada de ello. Algo se lo impide, quizá la naturaleza misma de la historia. Para cuando volví a saber de Rogelio fue a través de Juan Carlos precisamente. Dijo que Rogelio había descubierto cosas y las había publicado en la Red. Intentaba realizar algunos experimentos y enviarlos a alguna revista científica. Decía que eran cosas maravillosas, pero en las palabras de Juan pude sentir que algo andaba mal. Y resulto cierto."

Continúa en una semana...

jueves, 7 de febrero de 2013

Un legado en tinta roja y negra: Parte 1


Rosario se encontraba a unos 50 km al norte de la ciudad de México y como a 5 de la vieja casa de su abuelo. Él había muerto, pero eso no había hecho que se fuera. Sus enseñanzas y su persona habían sobrevivido al paso del tiempo, habían permanecido dentro de ella. Eso le habían comenzado a decir algunos años después de su muerte y ella no se había molestado en negarlo, incluso le agradaba parecerse en algunas cosas a ese anciano que tanto le enseñó.

Pero esa noche estaba haciendo una de las cosas que no le había enseñado ni él ni su familia y por la que había llegado a discutir mucho con muchas personas que la rodeaban. Esa noche de luna nueva ella estaba sola en la cima de un cerro en medio de la nada con el solo propósito de ver las estrellas. Y había estado haciendo lo mismo los últimos meses. Era ya una pequeña rutina de cada semana.

Todo comenzó cuando salió de trabajar para poder estudiar Astronomía. No había estudiado nada que se relacionase con eso, y tampoco serían estudios que le dirán beneficios directos en su vida laboral y debido a eso es que había tenido problemas con sus padres. Pero al final, saco lo obstinado que le había dejado su abuelo, y estudio Astronomía.

La noche era grata. Un poco fría, pero no tanto como para hacerla insoportable y lo suficiente para disfrutar del cafe que llevaba. Tapo el termo y lo guardo en la maleta. Ya casi terminaba de subir el cerro y llegar hasta su lugar de siempre. Bajo su brazo izquierdo llevaba su telescopio. En la derecha la bolsa con el cafe y bocadillos. En esa misma portaba una lampara con la que iluminaba su camino.

El cerro lo había elegido de la manera mas arbitraria posible. Solo porque estaba alejado de cualquier pueblo y porque estaba lo suficientemente cerca. Había varios cerros más alrededor, pero ese le había gustado por alguna inexplicable razón. También, nadie sabia que iba a ese cerro. Había dicho a todos una mentira piadosa y les decía que iba con un grupo de aficionados al bosque de chapultepec, donde se quedaban hasta la madrugada aprendiendo y enseñando cosas astronómicas. Era la única manera de mantener a su familia tranquila. Fue gracias a la combinación de estas circunstancias y no tanto al aspecto de la niña lo que le asusto y preocupo. O quizá fue el hecho de que sabia su nombre. De cualquier manera, después de que había ubicado a Orion y antes de que sacara sus cartas escucho unos pasos que se acercaban sin ningún sigilo hacia ella.

--Hola buena noche. Hem…¿Rosario?
--Este…
--Disculpa, debes estar sorprendida. Soy Mariana. Un conocido me comento que estarías aquí el día de hoy, y me pidió que te visitara y te diera un mensaje suyo. Me refiero a Juan Carlos, debes conocerlo. ¿o no?
--Este…si, pero nadie sabe que estoy aquí. No le dije a nadie. Y tiene mucho que no hablo con él.

La chica no podría tener mas de 18 años. La información que tenia era correcta, tan correcta que daba miedo. Y Rosario no sabia mentir. Al menos no sin haber practicado antes frente al espejo. Por lo que el miedo se dibujo en su rostro con total claridad, tanta que incluso a la tenue luz de la linterna la chica pudo distinguirla.

--Disculpa. No es mi intención hacerte nada. Parece que Juan tenia razón, cambiaste mucho con los años. Creo que ahora nada es como yo lo conozco. Pero no te preocupes, te explicare como conozco a Juan y a Rogelio. Aunque de él solo me se las historias. Y no son muchas. Pareciera que nadie quiere hablar de él.

>>Lo diré sin mayores preámbulos. Soy del futuro, soy la nieta de Juan Carlos. Y se que esa cara que estas poniendo es de que me metí algo, pero puedo probarlo. No creerás que si vine hasta aquí a decirte algo tan disparatado y no traería pruebas, ¿o si? Mira, ten.

Y entonces saco de una mochila que traía a la espalda un pequeño libro. Un cuaderno. Rosario lo reconoció al instante. Era su cuaderno de notas. El mismo cuaderno de notas que tenia en su mochila y donde cada noche desde que había comenzado a salir a explorar el universo anotaba lo que había visto.

Tomo entre sus manos el cuaderno y paso las hojas rápidamente. Ese cuaderno, a diferencia del que aun estaba en su mochila estaba lleno. Tenia notas Astronómicas exactamente iguales a las que ella tomaba, solo que con fechas que aun no pasaban. En ese instante volteo a ver a la chica con una completa cara de incredulidad.

--Si, lo se. Todo parece real. Excepto porque si ese cuaderno fuese del futuro estaría viejo. Una vieja creencia de los tiempos sin viajes en el tiempo. Pero lamentablemente no se puede transferir materia a través del tiempo. Por eso he copiado los datos del original a ese cuaderno, que busque que fuera igual para dejarlo lo más parecido posible. Pero los datos que están ahí escritos son exactos. Tus los calculaste.

Y entonces fue al inicio del cuaderno, pasadas la primera decena de hojas encontró escrito con lo que parecía ser la nota de esa noche, una nota que aun no escribía:

"Maravilloso. ¡¡Mi primer estrella fugaz!! Vista a la 1:32"

El resto de la nota decía las coordenadas donde aparecería. Volvió a voltear hacia la chica, ahora con menos incredulidad, pero sin estar convencida. Una sonrisa se dibujo en los labios de Mariana. Una sonrisa que Rosario ya había visto antes en el rostro de Juan. Una sonrisa entre divertida y burlona.

--A ver Rosario. Dime, ¿qué ganaría alguien viniendo aquí, en medio de la nada a decirte una sarta de tonterías? A menos claro, que no sean tonterías. Aun faltan poco más de 2 horas para que pase la estrella fugaz. Déjame contarte una historia. Al final tu deberás decidir si creerme o no. Pero de que me creas surgirá una elección que deberás tomar, no ahora pero tarde o temprano llegara el momento.


>>No te voy a decir que el futuro es una distropía donde las maquinas controlan el mundo y el ser humano ha sido diezmado. Eso es muy tonto. De acuerdo a mi abuelo, Rogelio decía que la humanidad, como sistema complejo es un sistema muy estable. Decía que durante toda la historia conocida no ha habido un cambio brusco en la humanidad. Todo cambio en la humanidad es gradual, al menos todo cambio que realmente perdure en la memoria de la humanidad.

Pero cuando alguien alcanza a ver que su trabajo puede repercutir grandiosamente en la humanidad, quizá no en ese momento pero si en algún momento, Rogelio creía que se debe detener a pensar, comentarlo con sus amigos y después decidir que hacer. Mi abuelo dice que eso fue lo que hizo Rogelio. Poco sé de Rogelio. Solo me dijeron, tu y mi abuelo, que fue amigo suyo. Que era una persona alegre y dedicada a su trabajo y a las personas que le rodeaban. Su trabajo es ampliamente conocido en mis tiempos.

Nunca lo supe, hasta poco antes de mi viaje. Pero tu y Rogelio harán un descubrimiento único. Y para variar, será a través de un accidente en medio de una tragedia. Según lo que me contaste, allá en el futuro, dentro de un par de meses habrá un terremoto de gran magnitud. Uno que cimbrara la gran Ciudad de México hasta sus antiguas raíces en la gran Tenochtitlan. Pero esta historia será mejor si la escuchas con tus propias palabras.


Y acto seguido Mariana le tendió una pequeña caja. Rosario la abrió y vio un dispositivo cuadrado, pequeño y de color verde. A su lado había un par de audífonos que estaban conectados al dispositivo verde.

--¿Esto es del futuro? Pero si esto ya es viejo, de hace un par de años--Dijo Rosario.
--Los viajes en el tiempo no son en ningún modo como los has imaginado. No se puede transferir materia, solo energía. Y no de la forma en que la ciencia y tecnología actual lo han planteado.
--¿Entonces, como es que tu viajaste?
--Todo a su debido tiempo. Primero escucha.

Se colocó los audífonos y prendió el dispositivo. Ella había tenido uno igual un par de años antes, así que no tuvo ningún problema. Busco entre la colección de canciones y solo encontró una pista de audio. La reprodujo y una voz muy familiar comenzó a salir de los auriculares. Una voz de cierta forma diferente y de otra forma muy similar a la suya propia. Era una voz cansada la que le hablaba:


Continúa en una semana...

miércoles, 30 de enero de 2013

Solo una idea...


¿Que me sucede?
El día me despierta con tu nombre
y con él me arrulla la noche.
La música suena diferente,
sus notas evocan tu voz.
Es locura lo que tengo,
porque te veo 
incluso en sueños.

martes, 15 de enero de 2013

Katoka


Camino junto con ella y escucho su platica que era solo un pequeño sonido de fondo para el espectáculo principal. Su atención estaba toda enfrascada en sus pestañas que delineaban un par de ojos almendrados, oscuros e infinitos. Destacaba mucho por la tez clara y la amplia sonrisa de sus labios. Sus labios, tersos y carnosos que se movían con ritmo por su hablar que a sus oídos era más como un cantar.

Siguió caminando con ella y sus pasos le llevaron a in complejo e indistinguible camino que culmino en la puerta de un apartamento. No recordaba ni la mitad de las calles y parques que habían pasado. Ni de los lugares que habían visto en el camino. Pero sabia que ahora estaba con ella en el apartamento. Bajo su pesada mochila y se recorrió con mirada curiosa el lugar. Le interesaba todo acerca de ella. Desde sus perfectos labios hasta su maravillosa mente. Y de alguna manera le gustaba poder estar en un lugar tan privado, tan intimo. Así que siguió viendo los muebles y el orden. Le gustaba como pensaba y le gustaba como había acomodado las cosas. Era practica y sencilla. Ella era muchas cosas, y casi todas le gustaban. Para él era ya un caso perdido. Era un punto sin retorno.

Ahora que había visto el lugar, que le era familiar se sentó en el sillón y le hablo para que tuvieran una platica muda, una platica donde se dirían mucho y donde hablarían poco. Utilizarían un lenguaje viejo, incluso más que el de las palabras. Fue por esos que volvió a probar sus labios y volvió a confirmar que eran dulces y embriagadores.

Después de un largo momento de deleitarse con tal almíbar tuvo que separarse y voltear, lentamente muy lentamente, para ver sus ojos. Eran apasionados y tiernos. Con un deje de inocencia y picardía. Eran todo contradicción que invitaba a la irreflexión. Eran hermosos.

Pronuncio dos palabras que fueron contestadas en silencio. Hubo una pequeña, pequeñísima charla de miradas y entonces los labios recibieron ayuda. Cuatro manos se enredaron y buscaron entre dos cuerpos aun vestidos. Y buscaron y se revolcaron y lograron encontrar el camino perfecto al placer. Las manos ocuparon el lugar de las ropas y se calentaron con ellas, que eran tibias y juguetonas. Divertidas dirían los labios si no siguiesen ocupados.

Hubo uno o dos momentos de duda. Se plasmaba en los rostros y se eclipsaba por los labios. Se olvidaron en el infinito de las caricias. Poco se dijo antes y aun menos se dijo después. Pues todo lo que callaban se había dicho ya más de una vez.

martes, 8 de enero de 2013

Cloud Atlas

Yo sé que cuando abrí el blog dije que hablaría de muchas cosas, y que la mayoría han sido ideas y pensamientos. Por eso y porque la película lo merece, quiero hablarles un poco de Cloud Atlas. No teman, que no revelare nada de la trama, solo opinare sobre los puntos que más me gustaron. No intentare ser objetivo, quizá lo contrario.

Lo primero que me atrajo fue la música. Que es normal, pues al inicio cobra relevancia argumental, pero aun con eso, durante toda la cinta el manejo de las piezas musicales me pareció fenomenal.

Es una película extraña. No podría definirla mas que con el muy genérico genero fantástico.  Ya no ciencia ficción pues su planteamiento, aunque en parte se acerca, no logra fundamentar una trama de ciencia ficción, y si de algo carece es de una explicación científica para todo lo ocurrido. Es por eso que la trataría de fantasía, que no demerita el trabajo en ningún modo.

Otro aspecto fueron los actores, que tuvieron papeles multifacéticos y lo llevan hasta casi un extremo tal que cuesta trabajo imaginar al mismo artista en roles tan diferentes, y a la vez tan paralelamente similares. Y digo paralelamente porque aunque hay puntos en común en las historias, éstas realmente carecen de una relación estrecha y por ende similar.

Pasando al argumento, he de confesar que me gusto mucho la trama, la cual es compleja e intrincada. Me gustan las películas complejas e intrincadas porque hacen que no piense en otra cosa mas que en la cinta. Es como si apagara mi cerebro por un rato y dejase de pensar en las trivialidades diarias. Pero dije que no revelaría nada de la trama, así que me mantendré fiel a mi palabra.

Finalmente, me maravillaron las secuencias de pelea y persecuciones (que son pocas). Fueron muy bien hechas y muy ad hoc al tiempo manejado. Me gusto el realismo impregnado a cada escena. Un realismo que se siente en cada historia a lo largo de la cinta. Un realismo que no arruina en absoluto la fantasía, sino que brinda herramientas para poder gozar las historias, si cabe, aun más.

Entiendo que no digo prácticamente nada de la película, pero eso es porque espero que la vean y después podamos platicar de ella.

lunes, 7 de enero de 2013

Sobre una carta...



Hoy he escrito una carta. 
Tiene destino pero no dirección.
Tiene motivo pero quizá, no tenga razón.
Su dueña aun no sabe que es suya.
Aun no ha sido enviada y peligra en caer al olvido.
Solo ha sido escrita. Creo que nunca será leída.

martes, 1 de enero de 2013

Sobre un pequeño viaje...


En los últimos tiempos pareciera que todo me recordara esa vieja vena aventurera que existe en mí desde la niñez. Desde que recuerdo me gustaba ir a lo inexplorado, a conocer y descubrir nuevas rutas en el patio de juegos que era la casa, el campo detras de ésta o las calles de la ciudad. Los premios eran la vista, un parque, el amanecer o simplemente conocer un nuevo camino. Era el conocer algo nuevo, algo que otros ignoraban, un gran premio.

Creo que Melville resume ese sentimiento de una manera maravillosa con el gran inicio de Moby Dick:


"Call me Ishmael. Some years ago—never mind how long precisely—having little or no money in my purse, and nothing particular to interest me on shore, I thought I would sail about a little and see the watery part of the world. It is a way I have of driving off the spleen and regulating the circulation. Whenever I find myself growing grim about the mouth; whenever it is a damp, drizzly November in my soul; whenever I find myself involuntarily pausing before coffin warehouses, and bringing up the rear of every funeral I meet; and especially whenever my hypos get such an upper hand of me, that it requires a strong moral principle to prevent me from deliberately stepping into the street, and methodically knocking people's hats off—then, I account it high time to get to sea as soon as I can. This is my substitute for pistol and ball. With a philosophical flourish Cato throws himself upon his sword; I quietly take to the ship. There is nothing surprising in this. If they but knew it, almost all men in their degree, some time or other, cherish very nearly the same feelings towards the ocean with me."


Pues el punto es la aventura por si misma. Es algo que al final carece de explicación y quizá sentido para los que no les llega la necesidad. Pero aquellos que tienen la necesidad logran reconocerla cuando les apremia a embarcarse en un nuevo viaje, ya sea por tierra o por mar. Y yo la reconocí nuevamente hace unas semanas.

Entonces, salí de viaje. Desperté un miércoles a las 4:30 am, tome un baño, metí todo lo necesario para la supervivencia en la nada y salí de casa. Pedalee sobre avenida 22 de febrero hasta su entronque con Cuitláhuac, donde viré hacia el sur. Continué hasta Marina nacional y cambie el rumbo hacia el centro y cuando la avenida termino di vuelta nuevamente hacia el sur sobre Insurgentes. Y seguí pedaleando por bastante tiempo. Por 12 horas exactamente y al siguiente día otras 12 horas y así hasta que se cumplieron los cuatro días vaticinados del viaje. Los primeros tres días viaje al sur, siempre al sur. Con el sol saliendo imponente a mi izquierda y la luna ocultandose a mi derecha y teniendo el privilegio de observar a ambos astros al mismo tiempo mientras iba presuroso sobre la carretera. El cuarto día la carretera me dirigió al oeste, y tenia el sol a mi espalda cuando despunto el día y frente a mi cuando agotado debía subir el último cerro de mi camino, que daría paso a una de las pendientes mas emocionantes del viaje. El objetivo final del viaje, o la excusa como me dio por llamarle, no la logre. Me quede en el kilometro 366 de los 386~390 que eran en total, pero no fue por completo gusto, sino porque la noche había alcanzado mis pasos hacia ya varios minutos.

Y e que fueron cuatro días (sí, lamentablemente sólo cuatro) en los que disfrute de los placeres y los horrores que han oscurecido el corazón de las personas. Conocí algunos de los mas viejos enemigos del hombre, de aquellos que nacen en uno mismo y también me fe permitido disfrutar de el don mas maravillosos que tenemos, la libertad. Pero con toda la extensión de la palabra, y con todas sus connotaciones. Porque alejado del bullicio de las personas es como se conoce realmente uno mismo y llega a conocer el mundo. Las personas distraen en conocer a la Madre Naturaleza o el verdadero valor de nuestro corazón.

Conocí el hambre, la sed y el cansancio extremos. Conocí el placer que recibes cuando tienes hambre, sed y cansancio. Puede parecer tonto y estoy seguro que muchos me han de tachar de eso, pero al igual que siempre digo que las personas deberían vivir solas un tiempo, puedo ahora decir que para apreciar muchas cosas en la vida, es necesario saber lo que es el el hambre, la sed y el cansancio. Por no mencionar la incertidumbre, que siempre era el peor de los males.

Pero se preguntaran que qué saca uno de un viaje como este, y como conteste a una persona que me pregunto eso, solo puedo decir que un viaje, sea del tipo que sea, ya ha valido la pena cuando tienes algo que contar a tu regreso. Son las historias y el placer de poder contarlas el mayor premio. Por eso no hay ninguna de esas aquí.

Fue un viaje interesante, uno que espero poder repetir, y esta vez lograr la meta y rebasar el maldito kilometro 66 (acá 366). Si no han hecho algo así, recomiendo que lo hagan, la experiencia es simple y sencillamente única.

Quiero despedirme con una gran frase con la que me identifico en demasía de Tolkien, que aunque esta de moda por la última película, no ES moda:


"Not all those who wander are lost"
John Ronald Reuel Tolkien