jueves, 6 de noviembre de 2014

Cansancio

Hoy me siento un tanto melancólico. Melancólico por lo que no es ni será. Pero más que melancólico, me siento cansado. Por eso...no escribire nada yo mismo, dejaré que el señor Girondo hable por mi:

Cansancio

Cansado.
¡Sí!
Cansado
de usar un solo brazo,
dos labios,
veinte dedos,
no sé cuántas palabras,
no sé cuántos recuerdos,
grisáceos,
fragmentarios.

Cansado,
muy cansado
de este frío esqueleto,
tan púdico,
tan casto,
que cuando se desnude
no sabré si es el mismo
que usé mientras vivía.

Cansado.
¡Sí!
Cansado
por carecer de antenas,
de un ojo en cada omóplato
y de una cola auténtica,
alegre,
desatada,
y no este rabo hipócrita,
degenerado,
enano.

Cansado,
sobre todo,
de estar siempre conmigo,
de hallarme cada día,
cuando termina el sueño,
allí, donde me encuentre,
con las mismas narices
y con las mismas piernas;
como si no deseara
esperar la rompiente con un cutis de playa,
ofrecer, al rocío, dos senos de magnolia,
acariciar la tierra con un vientre de oruga,
y vivir, unos meses, adentro de una piedra.


Oliverio Girondo

miércoles, 19 de febrero de 2014

Una vuelta más...

Hoy el mundo ha dado otra vuelta pero nadie me ha avisado. El tiempo me ha pillado, con un lío en la cabeza...

Sucede que esta vez no he tenido mucho tiempo disponible, así que poco he pensado esta vez. También por eso llega tarde. No tengo mucho que decir, solo que una vuelta más ha llegado y no estoy listo para afrontar lo que viene, pero aun así, lo afrontare. Es más, ni siquiera sé qué es lo que viene. Quizá eso sea lo más interesante.

Comienzo a estar tan ocupado como antes de tomarme mi “sabático” lo cual ya es de por si bueno. Pero no solo eso, sino que la cabeza reboza de ideas, y mis días son siempre activos y hay tantas personas con las que compartir mi tiempo, que ahora me es difícil encontrar cabida a algunas personas que tiene tiempo que no veo. Duermo poco (a veces muy poco) y trabajo mucho.

Estoy leyendo una de las mejores sagas de mi vida y eso me mantiene diario al filo de la intriga. Es maravilloso leer algo tan bueno, y llego justo cuando creí que ya lo había leído todo. Maravilloso.

Sigo sin tener ganas de nada. El tiempo sigue detenido. Hay partes de mi mismo que no se mueven mientras las demás siguen avanzando con el pesar de los días. Por ahí anda una primavera que no llega, que solo deja que el invierno aumente su crueldad, de la misma forma que el polvo se acumula en los estantes vacíos y las cajas llenas que nunca más serán abiertas, porque cual cajas de Pandora si se abren, desatarán el holocausto, dejando dentro lo más preciado.

Las partes que crecen son fuertes y sanas, pero un individuo no puede crecer bien a menos que crezca integro. Esa es mi única preocupación trascendental ahora.

Así comienza esta nueva vuelta. Ya veremos que sucede esta vez…