lunes, 28 de diciembre de 2009

Propositos

Fin de año…para variar en mi la melancolía se ha hecho presente durante estos días, y más aun por lo comentarios un tanto hirientes de algunas personas a mi alrededor…en ese aspecto no comentare nada mas…las personas regularmente no son consientes del daño que hacen…

Por otro lado…viene un nuevo año, una renovación, una nueva oportunidad de hacer o enmendar las cosas. Sí, yo sé que muchos lo ven así, y muchos otros hasta se hacen propósitos o piden deseos mientras comen algunas uvas…y muchos otros hasta llegan a pensar con antelación lo que harán o desean suceda en ese nuevo ciclo.

Hoy, este año, yo no puedo hacer eso, de la misma manera en que nunca lo he podido hacer…un año más es un año más…no es algo tan sorprendente… ¿o sí? No lo sé…no tiendo a pensar lo que voy a pedir, o lo que me propongo para el año, mucho menos con antelación…a veces hago algunas cuantas peticiones mientras me como esas uvas, mismas que se repiten año con año…no hay nada nuevo en un nuevo año para mí. El aire que respiro, la vida que vivo no cambian.

¿Cómo poder vivir un año sin metas? No lo había pensado hasta ahora, pero de cierta manera no debería poder ser…debería plantearme lo que quiero para así después obtenerlo…aunque como en todo, nada es ley y las posibilidades de afrontar una vida de buena manera son tantas como personas existen….digamos que es un numero en la frontera de lo finito y lo infinito jaja

Pero…a todo esto… ¿qué quiero hacer este año? ¿Cómo hare lo que quiera hacer durante este año? Realmente no puedo responder estas preguntas. Creo que viviré como siempre he vivido…a la orden del día…afrontare cada problema y cada cosa, ya sea un deseo mío, un propósito, o una prueba…en el momento en que se me antoje…no sé si esto sea bueno, no sé si sea malo…la planificación se me da, y muy bien…pero no el cuándo planificar las cosas…eso de seguir reglas como la de plantearme lo que hare a un futuro en un momento preciso…no es lo mío.

Lo ciclos de las personas y lo ciclos del tiempo no tienen porque ser los mismos…o eso creo…tal vez sea más sencillo para la mayoría empatarlos…pero mis ciclos no son de un año…son de mas, y mis metas están fijadas desde hace mucho…y mis propósitos lo planteo cuando quiero, no cuando me dicen que lo haga…creo que esta forma de ser me acarreara muchos problemas en el futuro, pero de momento no tengo problema con eso…bueno, solo que no se qué hacer con las uvas el 31…excepto comérmelas jeje

Sin más…mucha suerte!!

jueves, 19 de noviembre de 2009

Tiempo...

Octubre se me paso contemplando la luna en la ciudad y los atardeceres en Ensenada, se me paso rapido pero es un tiempo que no pasara por dentro de mi. Octubre fue un buen mes, y sobretodo por la compañia con quien lo pase.

Estamos en Noviembre y el día de muertos tambien paso y paso sin pena ni gloria. Paso un cumpleaños, y paso con mas gloria que pena. Y Noviembre sigue pasando y pasa mientras en mi mente los recuerdos cercanos y los recuerdos futuros se revuelven y mezclan creando una realidad inconsistente y fictícia que es donde camino día con día...

Las letras se me habian escapado como mariposas ante los niños que corren tras ellas, se habían escondido cual pequeños cachorros tras su madre cuando aparece un desconocido...se habian apartado de mi mente...sin razon aparente.

Han comenzado a regresar, y espero esta vez hacer mi colección de ellas para que no se vuelvan a ir...no vemos otro día con algo que valga la pena.

martes, 29 de septiembre de 2009

Ideas...

En la mañana las luces del alba iluminan mis sueños mientras despierto, son las imágenes más bellas, las que suceden en ese momento. Pensando en lugares fantásticos y soñando con el terciopelo de tu piel, bañando mis ojos con la sal del ayer logro caminar entre las habitaciones y prepararme para salir, para dejar atrás los sueños incompletos, para completar mi trabajo a medio terminar en la realidad. Intento caminar y mi pies lo hacen pero mi mente retrocede en el cauce del rio de los recuerdos, se sumerge y se deja llevar por las corrientes, algunas fuertes, otras débiles, pero todas ellas me arrastran irremediablemente y me ahogan plácidamente en el lago al que desembocan. El lago, un lugar de paz y tranquilidad, donde la felicidad se ahogo y yace en el fondo, un lugar donde el odio y la venganza mataron la tristeza y estas perecieron de soledad. Un lugar donde el amor no camino, olvido como llegar. En estos senderos mi mente divaga, en estos caminos mis pensamientos se pierden y dejo de entenderlos, dejo de comprender las razones del dolor y las lagrimas, un lugar del que me alejo al leer las primeras notas de los diarios, ya estoy en el trabajo, la luz rodea todo cuanto puedo ver y las personas me sonríen y me tratan bien. Pero sigo sin entender las razones de mi apatía, sigo sin comprender las razones de que el sol no ilumine mi día, aun a pesar de que siega mis ojos con su radiante luz, por ellos no entra el mínimo resplandor. Y los deseos de poesía me abandonan, la simpleza cobra forma frente a mis ojos y no puedo controlarla, domina mis miembros y engaña mis recuerdos.

Sé que tarde o temprano sucumbiré a los deseos ocultos de mi ser, se que pronto caeré en la tentación de no temer. Sin importar cuán frio sea mi corazón en él se encierra la sangre que recorre mi cuerpo, sangre fresca y tibia que me brinda confort en el dolor. Hoy dejare esta tierra, sucumbiré al duende que me invita a soñar, me uniré a su causa y hare soñar a la humanidad, les regalare un poco de mis pesadillas para purgar mi alma del sufrimiento. Dejare que la esperanza de un mundo nuevo escape por los flujos del tiempo, dejare que mi alma viva en las cloacas del destino, dejare que se pudra mi cuerpo en los cementerios del cielo y me dirigiré al las puertas del infierno. Dejare que tus palabras lleguen a mis oídos y escuchare su contenido, entenderé las silabas, una a una, y así, con pena y sin gloria entender las palabras de la soledad que tanto me angustian, aceptarla en mi cama y dejarla amarme como nadie lo ha hecho, dejare de negarla, como hice todo este tiempo, olvidare tu recuerdo, seré su amate perpetuo.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Pensamientos

El día de hoy en realidad no se qué escribir, en días pasados habían estado agobiando a mi mente muchas ideas, muchas posibilidades para expresar mi sentir, un sentir que ha sido tan variado y caótico como la ciudad misma.
Hoy mi sentir es más neutral, más natural. Hoy en mi corazón siento una gran paz y también, porque no, una serenidad que hacía semanas no tenia. Hoy mi pecho se infla de orgullo al pensar que cualquier cosa que quiera hacer, la podre hacer. Soy consciente que todo se deberá a un trabajo arduo, pero sé que lo podre hacer.
¿Qué mueve los corazones de las personas? ¿Qué es lo que hace que una persona camine día con día? No lo sé, y creo que no lo sabré nunca, no para todos. Hoy se que es lo que me mueve a MI, y creo que eso es lo más importante y lo primero que debemos saber.
La dicha, algo más grande y complejo que la efímera felicidad, es la recompensa, un simple efecto secundario, tengo la firme creencia de que eso debería ser siempre, solo un efecto de lo que hacemos, pues lo que hagamos, deberemos hacerlo con gusto y alegría. Lo que hacemos deberemos hacerlo pensando no en nosotros, sino en el efecto de nuestros hechos.
Si por la mañanas me levanto temprano y preparo varios litros de jugo de naranja para los que van caminando con prisa a sus oficinas lo hago no porque quiera ganar dinero, debo hacerlo porque me agrada que me den las gracias con una sonrisa y saber que gracias a mi esa persona disfrutara cuando menos un momento su mañana, el momento en que este tomando ese jugo. El dinero es importante, pero no debe ser la meta, igual que la dicha, debería ser un efecto, si, hay que buscar también tener ese efecto, pero hay que buscarlo como efecto, no como objetivo.
Creo que lo que planteo, aunque muchos lo sabemos, no todos lo aplicamos, y vayamos mas allá, no todos pueden aun teniendo la voluntad. Son las circunstancias en las que nacemos y vivimos las que nos fuerzan a hacer algo que no es de nuestro total agrado, y derivado de este desagrado, viene la decadencia en lo que hacemos.
¿Cómo se puede crecer como país en un lugar donde tanta gente hace las cosas por hacerlas, no porque le gusta hacerlo? ¿Dónde han quedado las enseñanzas de que lo que hagamos lo debemos hacer con amor y dedicación? Yo intento hacer lo que hago con dedicación, aunque no con amor, no puedo amar algo que no me llena por completo. Necesito una labor donde sepa que mis actos trascenderán de una manera más directa, y a la vez que hagan que me apasione al grado de que mi pecho se infle con dicha.
Hoy no soy dichoso, estoy contento y tengo momentos de felicidad derivados de lo que hago, pero quiero buscar la manera de sentir dicha en mi corazón, un labor difícil, más que la de ser felices, pero en la que tengo fe y esperanza.
Quiero cambiar al mundo, si, soy uno de esos tipos que van saliendo de su carrera y quieren cambiar al mundo, pero a diferencia de otros, yo no olvidare que quiero cambiarlo. He visto que los ambientes laborales nos hacen olvidar ese detalle, he visto que nos hacen conformistas, o por lo menos que no pensemos en muchas cosas fuera de lo referente al trabajo y nuestra propia vida cotidiana. Mi objetivo más inmediato es no olvidar que quiero cambiar al mundo, e intentarlo día con día, aunque haya momentos en los que mis superiores y la gente a mi alrededor me diga con insistencia que eso es una tontería.
Si lo vemos así, el cielo está lleno de tonterías, y el mismo cielo sería una tontería. ¿Por qué esperar a que el cielo nos llegue después, si también podemos tenerlo ahora, aquí, en la tierra? ¿Porque no tener en mente un ideal y no una realidad?
Se que pregunto mucho, también soy consciente de que no doy muchas respuestas a todas esas preguntas, pero espero poder responderlas de una mejor manera en el futuro, cuando la claridad del cielo se transporte a mi mente y pueda ver las respuestas a estas y más preguntas que siempre me he hecho, por el momento espero puedan darme ustedes, ya sino las respuestas, cuando menos si una opinión.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Tragedia...No, Adversidad

Se encontraba cansado, arrastraba los pies en el pasillo y fue un infierno tener que subir las escaleras, pero finalmente abrió la puerta de su departamento y entro con un suspiro de alivio escapándosele por entre los labios. Coloco sus cosas sin orden alguno sobre uno de los sillones de la sala y comenzó a caminar con dirección a su habitación, y fue hasta que se encontraba a la mitad de su trayecto en que se percato del distante pero claro sonido de la música que flotaba por la casa. Era una música agradable, tranquila y amena, un buen y relajante jazz. Una sonrisa se le dibujo en los labios y antes de continuar su camino tomo un clavel rojo, de los solía tener en la mesa. Entro en la habitación y no se imagino nunca que en diván junto a la ventana estaría sentada una mujer de cabello oscuro con un libro en las piernas y un par de audífonos en los oídos, no se imagino que esa mujer no se había percatado de su presencia y que él, bajo el dintel de la puerta sonreía y admiraba con todo detalle la escena, una de las que estarían grabadas en su mente por siempre, no se imagino nada de esto pues sabía que era una realidad lo que sucedía, sabía que era una realidad que esa mujer le llenaba el pecho de un éter mágico que le hacía sentir una paz y tranquilidad que no había conocido nunca, sabía que era una realidad el hecho de que era su esposa y sabía que era una realidad que los papeles que estaban en el librero los había visto, aunque ella no sabía que los había leído, y era esa realidad la que le estremecía, la realidad plasmada en unas cuantas palabras que le dijeron fríamente que su esposa estaba enferma y que no había nada que hacer.

Es por eso que no pensaba en esta realidad y veía todas las realidades como un sueño dentro de un sueño, es por eso que ya no volteaba a ver los papeles en el librero, es por eso que se acerco en silencio, con la flor escondida detrás de él y cuando Marisol se percato de su presencia y le saludo con la habitual sonrisa y el beso pausado y tierno el acaricio su cuello con los pétalos de la flor y de sus labios salieron palabras hermosas que hablaban de la vida y belleza, de la paz y de ella, pero sobre todo de un amor incondicional y eterno.



Ella cerró los ojos mientras escuchaba todas esas palabras, poco a poco comenzó a sentir el deseo de un abrazo cálido y fuerte y se acerco tímidamente al pecho del hombre que tanto amaba. En el abrazo que recibió se sintió querida y segura, con ese abrazo olvido todos los problemas que había tenido que pasar durante el día, olvido el frio trato en el hospital, olvido el motivo de su visita a casa de su madre, olvido que había llorado en su regazo y que esta le había consolado, olvido que debía olvidarse del hombre con el que estaba, olvido que no quería lastimarlo, olvido que no podía amarlo.

El se recostó en las piernas de su amada y comenzó a platicarle los detalles de su día, ella escucho con atención y cuando vio un tercer bostezo salir de su esposo le dijo que durmiera, le dio un beso en la frente y le regalo una sonrisa, ella insistió cuando vio duda en sus ojos y por fin él cerró los ojos. Ella continuo leyendo mientras en sus piernas dormía Johan. Le gustaba estar así, le gustaba tenerlo cerca, aunque se dijese durante todo el día que no podía estar con él, que no tenía sentido alguno seguir con algo que moriría en tan poco tiempo, le dolía el pecho de solo pensar en algo así, pero le dolía aun mas, sentía un hondo vacio con la simple idea de alejarse de ese hombre.

No sabía qué hacer, últimamente ya no podía pensar bien, ya no entendía las diferencias entre lo bueno y lo malo, ya no sabía que debía hacer, lo único que le tenía era un gran miedo, miedo a la inminente llegada del futuro, miedo a perder las memorias de un maravilloso pasado, miedo de arruinar un presente que se perfila tan perfecto que no deseaba tocarlo con las cosas que debía olvidar pero siempre lograba recordar.



Recordaba la dulce expresión de su rostro cuando se había despedido de ella por la mañana, recordaba cómo le había servido el desayuno, recordaba la ropa que llevaba puesta, recordaba tantas cosas...pero también recordaba que no podía hacer que el cuerpo que veía volviera a la vida a base de recuerdos, había olvidado que la muerte es el final de todo, había olvidado que la muerte significa pasado, significa soledad.

Aun tenía su brillante cabello, sedoso y cuidado. Aun conservaba serenidad en sus rasgos, aun le parecía hermosa, aun sentía amor por ese cuerpo, aun tenia deseos de besarla, de sentir la ternura de sus labios. Se engañaba pensando que podría sentir su calor una vez más, que aun tenían vida sus labios, esos labios eternamente coloreados de purpura, que al abrir los parpados en sus ojos vería un destello, por pequeño que este fuera, de vida.

No se equivoco. Al tocarla pudo sentir su calor, al besarla pudo sentir la ternura en sus labios, al abrir sus parpados pudo ver un destello de vida, pequeño, ínfimo, pero de vida. La abrazo con fuerza y la saco de la tina. El agua salpico sus ropas, pero no le importo, salpico la sangre los muebles y tampoco le importo. La recostó en un sillón y fue rápidamente por una playera que desgarro mientras regresaba a su lado, le amarro el antebrazo con fuerza y después fue por el botiquín a la vez que tomaba el teléfono y marcaba el 066. La ambulancia llego rápido, minutos después de que había logrado hacer que dejara de correr la sangre. Estaba débil, pero aun con vida.


Entro en su departamento, despacio, como no queriendo encontrar lo que le esperaba y esperando encontrar lo que no se desvanecería. Cerró la puerta tras él y la oscuridad lo invadió todo. Camino sin premura al sillón donde horas antes había estado su esposa, donde horas antes se había estado desangrando. Se sentó en la alfombra, a un lado del charco de sangre, tenía una costra seca que retiro con la mano arrastrándola a un lado para poder ver la sangre fresca, liquida y espesa, la sangre que su esposa había derramado y que representaba el peso que había estado cargando, cada gota que había salido era un día de soportar sus pesares en soledad. El había creído correcto no hacer nada, dejarla hacer su voluntad, pero no le gustaba más su voluntad, no podía permitir que parte de su vida se convirtiera en un charco de sangre que después tendría que limpiar, un charco de sangre que no desaparecería nunca. Pero no podía hacer nada, en lo absoluto, solo podía ver como su esposa se debatía entre la vida y la muerte por voluntad propia, porque si quería irse era porque no quería estar mas a su lado, porque quería arrebatarle las pocas semanas que les quedaban juntos, porque quería adelantarse al tiempo, quería ser la invitada ininvitada en la cena que ofrece la muerte día con día a los invitados de su lista.

Se percato de las lagrimas solo cuando estas abrazaban sus ojos, quemaba sus mejillas, se percato de ellas y no le importo que sus manos estuviesen manchadas de sangre, igual se las llevo al rostro como queriendo ocultarse de aquello que no podia evitar, como queriendo acallar los gritos que dejaba salir.

Larckov

lunes, 14 de septiembre de 2009

Romanticismo


La música resonaba en todo el lugar, las sillas vacías temblaban al ritmo que ponía el DJ y en la pista todos bailaban. Marisol estaba junto a sus amigas y al frente unos chicos que como ellas, iban juntos y como todos, no esperaban salir solos del lugar. Vio como los chicos se acercaban y bailaban para sus amigas y vio como algunos se iban y como otros esperaban para bailar con alguna de ellas. Una punzada de dolor le cruzaba el pecho cada vez que alguien volteaba a verla y pasaba de largo, se recordaba que no debía haberse puesto "tanta" ropa, pues como decían sus amigas, quien no enseña no vende. Recordaba a la perfección el momento en que, frente al espejo, esas pequeñas pero visibles "llantitas" le molestaba, como la blusa que llevaba la había escogido porque no le gustaban las que tenían un escote pronunciado, recordaba como se habia dicho a si misma que debia ser ella misma, y recordaba también como se había dicho más de una vez que no debía ir a un lugar así, que no eran para ella esos lugares, pero ya estaba ahí.

Le sorprendió mucho cuando un chico se le acerco y comenzó a bailar frente a ella, no insinuándosele como a sus amigas, solo bailando e invitándola a moverse un poco más. El hombre no era el más guapo, pero no le importo, ni se fijo, solo bailo con una sonrisa en los labios y volteo a ver a sus amigas con una mirada de complicidad que ellas le correspondieron y se sintió bien, muy bien. Siguió bailando hasta que la música comenzó a bajar de volumen y cuando estaba terminando este chico le tomo la mano y le indico una mesa el fondo del lugar. Ella volteo a verlo y vio en sus ojos sinceridad, giro su cabeza y vio como sus amigas se iban, como ella, con otros chicos y como otras más se sentaban juntas en alguna mesa, solas.

Lo siguió sin decir una sola palabra, se sentó en la silla que le ofreció y la segunda sorpresa que tuvo y un tanto decepcionante fue ver que no se sentaba a su lado sino que ponía una silla del lado contrario de la mesa y se sentaba. Comenzó la plática con las preguntas de siempre, los nombres, las aficiones, algún chiste y comentarios sobre el lugar flotaron sobre la mesa. Fueron por un trago que tomaron de alzada, e inmediatamente fueron a la pista y siguieron bailando, ella sentía la emoción recorrer su cuerpo con oleadas constantes y mientras bailaba y sentía el rose de dos manos sobre su cintura y despuás tomando esas mismas manos, suaves y firmes, sentía la necesidad de que también unos labios la tocaran , mas cuando algunas palabras llegaban a su oído, palabras que se destruían con la música y no lograban su cometido, pero que si lograban hacerla desear tocar esos labios, hacerlos suyos.

El baile se hizo más rápido y comenzó a moverse con una sensualidad que desconocía y su cadera comenzaba a rozar la cintura del hombre que acababa de conocer. Sus manos flotaban alrededor del sus cuerpo y en veces se dirigían y entrelazaban con las manos del hombre que tenia al frente, y solo una vez se entrelazaron en su cabello y esas mismas manos hicieron que unos labios se acercaran y tocaran los suyos con una calidez inigualable y una pasión desbordante, sintió vibrar todo su cuerpo y ese momento se volvió eterno.

No recordaba mucho de lo que siguió después, recordaba que se sentía como hacía mucho no se había sentido, recordaba claramente que tomo la mano del chico y se lo llevo hasta una mesa y se recargo en ella mientras lo besaba con una intensidad que había olvidado que tenia, acaricio todo su cuerpo y también acaricio el pecho del hombre con el estaba, y ahí, en ese momento sintió encenderse una chispa que creía dormida.

Recordaba haberle preguntado si tenía auto y después ir con su amiga y darle las llaves del suyo diciéndole que luego pasaba por él mientras una sonrisa se dibujaba en sus labios y era contestada por una igual en labios de su amiga que después de sacar un pequeño sobre de su bolso, agrego un apretón de manos con un regalo que le decía que se cuidara, ella lo vio y se quedo pensando un momento, solo un momento en todas las veces en que había estado sola en casa viendo televisión, sola también en la cama disfrutando ella misma de sí misma, recordó las veces en que sus amigas no podían verla porque saldrían con sus novios y después de un momento, después de solo un momento, acepto y siguió sonriendo mientras se iba de la mano de un hombre del que no recordaba siquiera su nombre.



Cualquiera diría que se despertó temprano, pero la realidad es que no durmió, solo cerró los ojos y disfruto del cuerpo de la mujer que había conocido unas horas antes. Su mente divago por los senderos de la ilusión y la melancolía, veía parajes donde ambos se tomaban de la mano y caminaban juntos por una vida compartida, veía aun sin querer las imágenes de su partida, predestinada en unos cuantos minutos más, y el vacio que dejaba en su ser, estas visiones le provocaban un fuerte dolor en el pecho que le recordaban que ya debía irse.

Se levanto con cuidado de no despertarla, se vistió y fue a la sala con cierta incertidumbre, no sabía moverse por la casa, apenas recordaba cómo era, la noche anterior habían entrado y se habían besado en la misma sala que veía y por un momento, solo por un momento vio esa escena y todas las demás mientras veía el departamento, veía como se besaban en el sofá, veía como se habían desvestido el uno al otro mientras caminaban hacia la recamara, y finalmente veía como ella comenzaba a dudar...Fue hasta la cocina y encontró un refrigerador medio vacío. Tomo sus cosas y las llaves que ella había dejado caer descuidadamente en el sofá la noche anterior y salió.

Regreso y comenzó a preparar un desayuno para dos. Fruta y pan tostado, un vaso de jugo y café. El comió el suyo en el silencio de la casa mientras intentaba no seguir recordando sus hermosos ojos, su tersa piel, el aroma de su cuerpo. Intento concentrarse en recordar su nombre, sin éxito. Dejo servido el otro desayuno, y le agrego una nota con unas palabras que él creía solamente tiernas pero que estaban confeccionadas con la delicadeza del poeta y firmo con su número de teléfono, queria el anonimato, queria ser solo una sombra entre unos vagos recuerdos, queria engañarla para asi convencerse de que no le interesaba. Fue hasta donde estaba esa linda mujer que le había hecho sentir el cielo en cada beso; le arreglo un mechón de cabello para poder verle el rostro por completo y le dio un beso en la mejilla, un beso de despedida, su pecho le decía que no se fuera, titubeo un momento, pero decidió irse. Ya estaba acostumbrado.



No había soñado con nada, y había estado somnolienta y sin querer levantarse, el beso de unos labios que esperaba siguieran ahí cuando abriera los ojos la despertaron y volteo a donde debía estar ese hombre que la había comprendido y respetado, que solo habia sonreido cuando sus manos nerviosas habian sacado el regalo de una amiga, el hombre que le habia quitado ese regalo de las manos y la habia abrazado, el hombre que habia sido su caballero una noche antes y a cambio encontró un vacio que no supo explicar, volteo a la puerta y alcanzo a vislumbrar una silueta saliendo. No sabía qué hacer, no sabía que sentir, no sabía si estaba bien dejar salir las lagrimas que apuraban por derramarse, no sabía si era correcto sentirse tan vacía por algo que ella misma había provocado. Dejo que sus sentimientos salieran mientras abrazaba la almohada y recordaba el calor de los brazos que la habían acompañado durante la noche.

Se levanto más por costumbre que por otra cosa, busco sus llaves y no las encontró, recordó la escena que se había sucedido la noche anterior y supo donde buscar sus llaves a la vez que sentía la necesidad de llorar. No las encontró y no le importo, se sentó en el sofá y siguió llorando por unos minutos más, se sentía desolada y culpable, pensaba en lo que preguntarían sus amigas y lo que les diría, pensaba en lo que ella se diría a sí misma para compensar el vacio que se extendía por toda su casa.

Fue hasta la cocina, quería abrir el refrigerador que sabia estaba vacío, solo buscaba un poco de leche y en su lugar encontró un desayuno en la barra de la cocina, colocado con cuidad, casi con amor se permitio pensar; fue mayor su sorpresa cuando vio una nota y ni siquiera se percato que junto al desayuno estaban las llaves que buscaba. Comenzó a leer y con cada palabra que leía su sonrisa se ensanchaba, igual que su pecho e igual que las ilusiones que no se había permitido hacer mientras estaba envuelta en los cálidos brazos de aquel desconocido. Tomo el desayuno con tranquilidad mientras pensaba cuando sería correcto marcarle, una dama debía darse a desear.

Romanticismo


¿Donde ha quedado el romanticismo en estos tiempos? Sé que suelen ser las mujeres las que hacen este tipo de comentarios pero el día de hoy, así como muchos otros, me hago esta pregunta...

El romanticismo, esa forma de vida que antaño muchos llevaban, eso que hoy en día ha sido cambiado ese bello decoro con el que las personas se expresaban, esas maneras elegantes con las que andaban, todo eso ha cambiado por una sarta de palabras que en muchos casos es más desagradable por su significado que por la palabra misma, han cambiado esos andares elegantes e impetuosos por un porte cabizbajo o altanero.

¿Donde han quedado los caballeros, y más aun, las hermosas damas que se dan su lugar?

Sé que los tiempos cambian, se que ahora hay más libertades en muchas cosas, se que ahora el entregar el cuerpo no es un problema tan grande, es solo el cuerpo, la verdadera pregunta es: ¿Donde ha quedado ese orgullo y gallardía en las mujeres, ese sentimiento de no dejarse aplastar, no física, sino moralmente?

Una dama, es una denominación muy grande que se da más por los valores que posee que por otra cosa, que se da por su hablar, por su porte y por auto-valía, cosa que hoy en día, no digo que no exista, pero creo que está en grave riesgo de perderse...

Un caballero, se da a conocer por el respeto que tiene ante todas las personas y cosas, tampoco existen, yo no creo ser uno, se que más que nada los caballeros ya no existen, pero en eso mismo radica mi pregunta, ¿qué les ha pasado? que ha pasado con esta sociedad que ha hecho que estos caballeros mueran en una época en la que, seguro estoy, hacen falta.


Larckov