Pensamientos...

Las personas cambian…yo mismo cambio en cada minuto, con cada hoja de sal que cae sobre mi mejilla…

Impotencia. Es lo que siento cuando veo al inmisericorde tiempo desgarrar mis fantasías y mis ilusiones…cuando veo monstruos jugar con la inocencia y a personas justificar sus miedos…A los ingenuos colocar sus esperanzas como oro liquido en sus baldes cuidando que ni tan siquiera el aire haga caer una sola gota pues significaría destrozar por completo su esfuerzo, y con él su vida…

¿Y qué hacer cuando en momentos de ingenuidad intentamos creer en las personas y en momentos de fortaleza ayudar a los demás? ¿Y cómo explicarte a ti mismo que esas dos facetas coexisten en un intrincado laberinto de sentimientos y pensamientos que dan paso a inimaginables alucinaciones que se presentan como cachorros y te devoran como lobos?

¿Qué tu tiempo ha pasado y que los caminos frente a ti se han agotado? De increíble fortaleza esta hecho el hombre y es su estigma ser él mismo quien sin deber se juzga y castiga cual verdugo cruento.

Sé que divago y que mis palabras no alcanzaran e cielo ni aun siendo llevadas por el viento, y que mis pensamientos se arrastraban debajo de mi aorta buscando mis manos para que las liberase del peso que soportaban bajo el yugo de mi corazón…

También sé que nada dicen estas letras y que las palabras poco sentido cobran bajo mi batuta, y que de poco sirve mi escrito pues todo lo escrito ha estado escrito ya por mucho tiempo. Que nos movemos al compás de la música que dicta el universo y que mis deseos son gobernados por las estrellas en el cielo. Que de nada sirve intentar pensar algo nuevo, pues los cometas riegan las mismas ideas en el suelo.

Sin embargo, sigo escribiendo con la esperanza vana de que me encuentre con ese dios, con ese universo, cara a cara, para decirle y exigirle suelte las cuerdas con las que mueve el mundo y me entregue la vela de mi vida y así decidir yo mismo cuando apagar su flama. Para poder ir en verdadero secreto a sus alcobas y unir las flamas de los amantes, que sus llamas eleven desde las profundidades de su cuerpo la pasión…

Para deslizarme por las calles gritando a la libertad obtenida de mi ilusa victoria, para tocar las cuerdas del viento en mi andar, para besar el olvido del cielo y llorar por los despojos del suelo. Para vivir en los sueños del viejo y obtener los pecados del muerto.

Para eso he de vivir y caminar y para eso he de olvidar las cosas que no he querido recordar, para que mis manos suelten el ansia que aprietan constantemente, mis ojos se despojen del mar que guardan celosamente, para que mi cuerpo quite sus desechos y mi mente se libere con un beso…