miércoles, 3 de junio de 2009

Retomemos...Alucinaciones

Los espectros, como la neblina, salían lentamente del agua que rodeaba la canoa, subían por los bordes e intentaban tomar los cuerpos inertes de los dos hombres de cabello blanco. Una mujer transparente que caminaba por el agua siguiendo el bote gritaba maldiciones al viejo y le lanzaba miradas de odio. El viejo detuvo la canoa y observo el espectro de mujer mientras ésta daba vueltas alrededor de la embarcación y continuaba gritando. Otros espectros comenzaban a sacar extremidades del agua y se veían dispuestos a lanzarse sobre el viejo.
El chaman se levanto y llevo sus manos a su boca y acumulo poco a poco su vaho entre el cuenco que formaban sus manos, el pequeño vapor comenzó a salir cada vez más denso y en mayor cantidad. Sus ojos se opacaron y de ellos salía un pequeño vapor al igual que de cada poro de su cuerpo. El humo en constante movimiento se acumulaba a su alrededor, su lento movimiento se aceleró con los canticos que comenzó a proferir el viejo, un cantico de antiguas lenguas y cadenciosas rimas, un cadencioso sonido de prohibidas palabras de invocación.
Un espectro más grande que cualquiera ahí rodeo con su propio cuerpo la canoa y un rugido estridente salió de ninguna parte dirigido en todos sentidos. La mujer se disolvió como la niebla al contacto con el sol y los espectros desaparecieron rápidamente, fundiéndose en las oscuras aguas del mar.
El viejo volvió a tomar los remos y siguió su camino custodiado por el espectro que había invocado, ahora ya nadie le molestaría…aunque no podía sacarse de la cabeza el constante grito de la mujer: Deja a mi hijo maldito bastardo. Le intrigaba sobremanera, los espectros no suelen tener familia, o por lo menos no lo recuerdan.
La playa de blanca arena reflejaba los rayos de la luna con una luminosidad mágica y surrealista. Las aves que sobrevolaban la isla no proferían un solo sonido y la misma jungla fingía dormir en silencio. El viejo bajo de la canoa y camino hacia las profundidades del bosque mientras con palabras ultraterrenas se dirigía al espectro que le seguía un lado, éste después de escuchar las órdenes se dirigió a donde yacían los hombres y siguió su labor de vigilante girando alrededor de ellos.
El viejo se adentro en la jungla, caminando con prisa y sorteando las raíces de los arboles, después de unos minutos llego a un claro donde aparecían cinco piedras grandes con símbolos cabalísticos tallados tan profundo que cualquiera pensaría que los dioses los habían hecho con el cincel del rayo y el martillo del cielo.
Camino cauteloso entre las rocas y toco con ambas manos cada una de ellas mientras de su boca salían sonidos que recordaban al viento y la serpiente, al trueno y al jaguar...sonidos que erizarían al más cuerdo de los hombres.
Terminando sus rituales y después de encender una hoguera al centro del claro corrió sobre sus mismos pasos hasta quedar parado frente a los hombres de cabello blanco. Les hablo desde lo más profundo de su alma, con el lenguaje que había aprendido de su abuelo, con palabras que solo entienden los espectros y que usan los dioses, un lenguaje prohibido para los hombres.
Ellos escucharon, aun inconscientes como estaban, pues el alma nunca duerme y siempre escucha, siempre esta alerta. Comenzaron a despertarse luego de las primeras palabras y cuando se levantaban el viejo camino silencioso mientras les decía con la voz de su alma:
--Aquí habrán de hablar con los dioses y ellos os castigaran y bendecirán por sus dones, por sus raíces y por su legado. Ellos decidirán su suerte y solo podrán aceptarla y seguir sus órdenes.--
Ambos habían entendido cada palabra, aunque no se hubiese pronunciado sonido alguno, también pudieron comprender las palabras de disgusto que profirió su espectro guardián cuando se quejo con el chaman:
--Descanso...o muerte…sangre...descanso--Las pronuncio con un agónico dolor, como si cada palabra hubiese sido pronunciada con el peso del cielo.
El viejo comprendió y se detuvo; las palabras que pronuncio tuvieron sonido pero no significado, fueron palabras mágicas que liberaban las almas que usaba, para liberar a los espectros de su atadura temporal. Mientras recitaba las palabras el espectro comenzaba a difuminarse y convertirse solo en humo blanco, un humo que se arremolinaba alrededor del viejo y que entraba en su cuerpo mientras mas rápidas y armoniosas eran las palabras...hasta que no quedo nada a la vista, solo unos vestigios de humo blanco en los ojos del viejo.
Alardiel miro con asombro el espectáculo e intento hablar pero su abuelo le lanzo una mirada y con su alma le hablo:
--No pronuncies palabras mundanas, este lugar es sagrado y no debes mancharlo con un lenguaje vulgar. Habla con tu alma...utiliza tu voluntad. Esto también va para ti forastero.--Termino diciendo esto mientras miraba al hombre de ojos negros y cabello blanco.
Las palabras del viejo quedaron resonando en su mente, y el silencio nunca fue interrumpido. Intento hablar con su alma, concentro su mente y cuerpo en hacer que los pensamientos que tenía fueran conocidos por su abuelo...al final escucho el silencio de sus palabras y vio como ambos le miraban. Habían comprendido su mensaje.
--Es la voluntad lo que mueve la tierra, es la voluntad de los dioses, la voluntad de los grandes espectros. La voluntad de los vivos puede ser igual de grande. Deben aprender a dominarla y solo entonces podrán controlar el otro mundo.
Siguieron caminando hasta llegar al claro donde el fuego hacia ver sombras sobre sombras y los espectros que aparecían eran informes y revoloteaban por todas partes. La luz del fuego les atravesaba, y todos estaban riendo y gritando, todos flotaban entre las rocas con runas rápidamente, precian jirones de ropa flotar a una gran velocidad por todos lados.
--Ellos serán sus guías, y sus brazos y piernas al mundo al que irán. Ellos les obedecerán o les comerán...todo depende de la Voluntad.

1 comentario:

  1. Voluntad... dioses .... cosas que van un tanto más alla de mi entendimiento, pero me gusto, me perdi un poco pero me gusto ;)

    ResponderEliminar